Dejemos en claro que salir del closet no tiene que ver con sexualidad, pero si es tu caso tal vez te sea útil lo que diré, pues salir del closet es atreverse, es lanzarse sin que te importe lo que los demás opinen de ti.
Salir del closet es ser tú mismo, ser honesto, fiel y útil, porque lamentablemente estamos en un país donde la aceptación depende o está condicionada por la sociedad, te dicen que es lo correcto aún cuando esas personas no lo hacen, te dicen que es estar bien, cuando ellos no lo están. Ahora, ¿cuánto te importa lo que piensan los demás de ti? Pues te debería importar poco o nada. Porque son muchos los que no hacen algo importante para ellos, porque, ¿qué va a pensar mi amiga? Realmente cada quien vive en su mundo y en algunos casos, hay personas que viven pendientes de los mundos ajenos.
Salir del closet no tiene que ver con tu sexualidad, lastimosamente la frase así nos la han enseñado, pero busca dentro de ti las cosas que te hacen feliz, y hazlas sin pensar en que dirá la sociedad. Incluso te llama a evangelizar sin miedo al que dirán, quitando complejos tan poco sanos que nos consumen en estos tiempos difíciles.
Opina, brinda tu punto de vista ante los temas que nadie quiere hablar, porque eso también es salir del closet.
La opinión ciudadana es muy importante hoy en día, porque nos permite ser agentes de cambio, nos permite denunciar los actos de corrupción en el gobierno y sí, en la misma Iglesia, porque pasa, esta pasando y pasará, otra cosa es que te quedes en el closet de lo “seguro” y digas que todo está bien.
Libertad, es un concepto diferente, según a quién se lo preguntes, pero una persona plenamente libre, no le preocupa lo que opina una persona que no conoces, pero que te comento una foto en alguna red social, una persona libre no le interesa o al menos no condiciona sus decisiones en base a lo los demás quieren.
¿Es difícil salir del closet? Pues sí, es una lucha constante contra uno mismo, contra lo que nos han enseñado, es cuestionar todo y si todo es todo. No porque estén mal, sino porque al hacerlo te creas tu propio criterio y no asumes lo que según otros es correcto.
Es posible que mis escritos sigan una tónica ligeramente ácida, que critique o diga cosas no tan evangelizadoras, pero ¿quieres evangelizar estando lleno de complejos? Recuerda que en nuestro bautismo, se nos confirió la facultad de sacerdote, profeta y rey, pero… ¿recuerdas lo que hace el profeta? Pues denunciar, sí, así es, un profeta no puede estar en un closet, ni el sacerdote, menos un rey.
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