ComoUnGranitodeMostaza

La espera…

By 27 de enero de 2020agosto 1st, 2020No Comments

Por Dulcelina Herrera

¿Y que le dirías a tu futuro esposo?

 

La vida no es esa situación o persona, esa situación o persona es parte de la vida. Y eso implica la espera, dicen que el amor no se busca, se espera; y es así, el Señor siempre coloca a personas en tu vida por alguna razón, sin embargo, estamos tan concentrados en el afán de encontrar al ser indicado que olvidamos el hecho de que necesitamos prepararnos para cuando llegue.

 

Hoy día la influencia del mundo, háblese de redes sociales, música, modas etc, poco a poco nos llevan a buscar y no esperar, la falta de valores con nosotros mismos y con los demás lleva a engaños, apegos, deslealtad y demás cosas que hacen a la espera como algo subreal. La espera es la parte más hermosa de esto.

 

Haber, pensemos… cuando por lo general esperamos siempre hacemos algo mientras tanto, digamos que revisamos nuestro celular o aprovechamos para hacer algo antes, de eso se trata esperar a tu futuro esposo o esposa, es mientras te espero, aprovecho para reparar mi corazón, mientras te espero aprovecho para ampliar mi relación con Dios, etc. Por el contrario, si buscas y buscas no tendrás tiempo para prepararte. Si pensamos más a fondo, la espera es algo que hacemos desde que nacemos, esperamos en el vientre de nuestra madre, esperamos años para graduarnos, esperamos la comida, en fin, la espera es parte de nuestro diario vivir.

 

¿Por qué no hacer que la espera sea el primer paso hallar la felicidad? Con la espera fortalecemos la fe y la paciencia, con ella fortalecemos esa confianza de que recibiremos lo que necesitamos cuando en Dios esperamos. La Biblia nos habla de la espera como algo fundamental. Y como dice el Salmo 52: 11: “Te alabaré eternamente por lo que has hecho: esperaré en tu nombre, porque eres bueno con los que te aman”. Ahora… ¿qué le dirías a tu futuro esposo o esposa? Pues yo le diría esto:

 

«Hola mi rey. No sé dónde estás, tampoco sé que estés haciendo, ni cuánto tengo que esperarte. Lo que sí sé es que un día estaremos juntos. Dicen que el amor no se busca, se espera y eso hago. Estoy segura, en lo más profundo de mi alma, que ese corazón está apartado para mí y este para ti, me emociona imaginar el día en que mi sonrisa y la tuya se mezclen como una hermosa melodía. Sencillamente el Señor me ha regalado un corazón y aunque sea pequeño, estoy segura que está hecho para ti. Deseo estar contigo hasta viejitos, amarte hasta dar mi último suspiro y así juntos demostraremos que el amor para siempre sí existe. Pido a Dios por ti, que no cualquier persona toque tu corazón y lo destroce, y pido por mí para estar lista cuando llegue el momento indicado para nuestro encuentro. Sé que eres hermoso, que tocaré tu rostro y veré en tus ojos como una película nuestra vida juntos. Tengo tantas ideas para tus regalos que me emociono. Sé que tomada de tu mano lucharemos cada batalla y nada ni nadie, ni siquiera nosotros mismo, nos harán flaquear. Lo más hermoso será unir nuestras almas frente al altar, llevar un pedacito de ambos en mi vientre y orar juntos mañana, tarde y noche. Saber que tus ojos serán lo primero que vea por las mañanas, amaré cocinarte a diario y tomarte de la mano sabiendo que jamás la soltarás. Disfrutaré cada uno de nuestros momentos juntos y te amaré como a nadie. Prometo que haré todo lo posible por ser esa mujer que mereces a tu lado. Me prepararé a tu llegada para vivir lo que será nuestra eternidad enamorados. El Señor es tan maravilloso y todo lo que Él da es por alguna razón, sabes mi rey, vive tu vida como nunca, cada etapa sea buena o sea mala, estoy completamente segura que el Señor sabrá el momento preciso para nuestro encuentro, mientras tanto sigamos viéndonos en nuestros sueños.

Por siempre tuya, tu futura esposa».

Leave a Reply