Sabemos que estos son tiempo dificiles, tanto en el aspeco fisico, psicológico, espiritual y económico,
sin embargo, ¿has pensado si esto podría ser una oportunidad? Por el agetreo de la cotidianidad, la
rutinas diarias, tranques, universidad, trabajo etc. no contamos con esos momentos en donde nos
decimos: ¡ NECESITO UNA PAUSA!
Si buscamos la palabra pausa en el diccionario, nos dice que es interrumpir o retardar un movimiento,
un ejercicio o una acción; y si comparamos lo que actualmente vivimos en estos tiempo donde el
confinamiento es pan diario y los cubrebocas son parte de nuestros outfits, vemos que por decirlo de
alguna forma, estamos en una “PAUSA SOCIAL”. Esto no solo es un reto que debemos afrontar
todos, sino una oportunidad grande para reinventarnos.
Dios siempre tiene todo planeado, ¿por qué no tomar este tiempo para hacer esas cosas que dejaste a un
lado?. Sentarme y decir, ¡esto soy! ¡esto quiero! ¡allá iré! o simplemente vivir con todo el amor esas
pequeñas cosas que llenan al corazón y que antes no valorábamos.
Recuerda que Dios también está en las pequeñas cosas, lo dice Santa Gianna Beretta “Ganemos el
paraiso en nuestras tareas cotidianas”, si antes no orabas con constancia, ¡pues inicia!, si antes no
pasabas tiempo en familia, el momento es ahora; si no tenias tiempo para hacer tus hobbies, heste es el momento,
siempre quise hacer esta receta, ¡vamos a la cocinar! Si tenías una idea, ¡créala!, si deseabas tomar un curso hace tiempo atras, ¡tómalo! Siempre de lo malo se genera una oportunidad de mejorar, de aprender y de crecer.
Vivir mi ahora, vivir mi presente, vivir mi realidad. Y sobre todo, celebra esos pequeños o grandes
triunfos.
“Aquí no perdemos, aprendemos”